viernes, 6 de marzo de 2009


Son las notas que nunca quiso escribir, pero se vio obligado gracias a demostraciones que no esperaba, a frases mal redactadas.

La ansiedad respiraba con calma, desmentía su forma de ser.

Una nueva mirada se encontraba con una espalda descubierta.

El calor hacía estragos en la noche que nunca planearon.

Lo improvisado resultó seductor y brindaron con miedos que ya existían.

Las palabras seguían saliendo y el temor por las consecuencias crecía con el pasar de los minutos. Las últimas miradas corrían el riesgo de no llegar a destino.

El mismo destino que no sabe de canciones que ya fueron escritas.

La letra era confusa y la melodía sonaba en forma tenue.

La luz del sol quería aparecer y la persiana sólo le daba un resquicio.

La persiana estaba vieja y no podía evitar que algún rayo se inmiscuya en conversaciones que no hablaban de la luna.


Muchas gracias por la foto...